Thank you...!

No sé cómo me meto en estos jardines. Son historias complicadas de contar. Momentos que me cortan la respiración y de los cuales a veces no sé cómo salir, pero ya ves, siempre confío en que todo va a ir bien, por qué no. Y claro que sí, siempre ocurre algo inesperado o aparece alguien que te tiende la mano y te ayuda a levantarte de nuevo.

Gracias a Mati, Pepa y Encarna de la Artejuela que nos regalaron un fin de semana que nos ha cambiado el rumbo. Gracias a la gente de Arañuel, a Manuela por ser tan encantadora, gracias a Javi por demostrarme que se puede conseguir vivir de otra manera, gracias a Bienve por tu café.

Gracias a Ana por tu plena dedicación, gracias a toda la gente que participó en aquel curso de Montanejos. Gracias a la gente de Montán, a Susana por venir al yoga hasta el último momento, gracias a la gente del Tasta, a la gente de San Vicente, a la gente de Olba, a toda la gente de la Comarca...! Gracias Xiqui por subirte a los árboles y a Boro por seguir empeñado en tu proyecto.

Gracias a Sandra, mi apicultora favorita, gracias a Montse por estar ahí. Gracias a Mariam, Conxa y Nuram, mis profesoras de yoga y apertura de chacras, gracias a Tote por tus consejos, a las Amparos de Montán por vuestra energía. Gracias a Esther de San Vicente por tu amabilidad, gracias a Lidia por hacer el pan a la leña y a Eva por vender el mejor jamón del mundo. Gracias a Pepa "la hippie" y a Estela de la Artejuela por vuestro buen carma. Gracias a Laura de San Vicente por tu sonrisa espectacular.

Gracias a Maria José de Montanejos por tu sencillez y alegría. Gracias a Toñi y a Javi. Gracias a Raquel del Tasta por darme la oportunidad de conocer un proyecto que va más allá de mi imaginación. Gracias a Raquel por alquilarme una casa tan preciosa. Gracias a Yidú, Sara y Sira. Gracias a Santiago por tus calabazas. Gracias a Sonia de Segorbe por traer la verdura fresca todos los lunes.

Gracias a Bea porque me ha tendido la mano en un momento difícil, gracias a Victor por guardarme la maleta. Gracias a Mari Torres por animar a tu hija a venir a Rotterdam. Gracias a Carmen y Noe por hacernos sentir tan bien.

Gracias Pepi por ayudarme a hacerme la maleta aunque te duela. Gracias a Olga por seguir intentándolo con una sonrisa, gracias a Ángela porque siempre estás ahí.