viernes, 6 de junio de 2014

El tiempo vuela.

Vaya que sí, el tiempo vuela. Nos hemos dejado llevar con el ritmo de la vida aquí en Holanda y ya han pasado dos años y cuatro meses desde que aterrizamos aqui con todos los miedos del mundo y una maleta.

Ya nos podemos hacer bien a la idea de qué pudieron sentir Marco Polo o Ibn Batuta en sus viajes por el mundo, la adaptación a una nueva sociedad, el aprendizaje de diferentes lenguas y culturas. Qué maravilla, es fantástico haber tenido la oportunidad de hacerlo (y habernos dado la oportunidad a nosotras mismas de llevarlo a cabo).

Ya no llegan tantos españoles como hace dos años. El año 2012 fue una explosión de gente que llegaba a buscarse la vida en Holanda. Ahora ya no. Muchos están regresando a España, pues parece que la situación alli empieza a mejorar o por lo menos hay más esperanzas. 

Y por otra parte, la vida en una sociedad como la holandesa no es nada fácil para un inmigrante (buitelanders nos llaman ellos, gente extranjera). Igualmente imagino que no es fácil para los que llegan a España de nuevas. Esto es así, parece que no aprendemos nunca. 

Bueno, algo sí que hemos aprendido: ahora hablamos como mínimo 2 idiomas y tenemos una experiencia de vida que ya quisiera para sí mucha gente que sigue sentada en el sillón viendolas llegar.

Cuando volvamos a España (que por supuesto que volveremos, aqui no se quieren quedar ni los propios holandeses) vamos a llegar pisando fuerte y con un buen nivel del idioma.

Salud y Libertad.